Si has llegado hasta aquí buscando ayuda especializada de la mano de un logopeda o de un psicólogo infantil en Fuenlabrada, estás en el lugar correcto, porque estás en el blog de nuestro centro de tratamiento terapéutico. 

Hoy queremos dar todo el protagonismo a la estimulación del habla y el lenguaje, que aunque en muchas ocasiones precisa de una atención especializada, en otras muchas, unos sencillos hábitos cotidianos pueden ayudar a que tus pequeños se expresen más y mejor. 

 

Desde el principio

En contra de lo que se pueda pensar, se puede empezar a estimular el habla desde que nuestros pequeños tienen pocos meses de vida. De hecho y sin quererlo solamente con repetir sus balbuceos, hablarles mientras se les baña, viste o se interacciona con el juego, ya estamos haciendo mucho por estimular el habla y el lenguaje.

Es importante también describir con palabras aquello que estamos haciendo, no importa si estamos preparando la comida, si estamos de paseo por la calle…, exagerando cuando sea necesario la entonación y los gestos para captar su atención y ayudarles a entender aquello que estamos vocalizando. 

 

Comunicarse

Cuando el pequeño tiene una edad en la que ya es posible mantener cierta comunicación, en la que su interacción lingüística se hace evidente, queriendo hacerse entender, adquiere más importancia que dejemos que se exprese, no importa si no dice nada coherente o entendible. 

Escuchar y repetir lo que creemos que quiere decir con frases cortas, sencillas pero completas y sin dejar de lado la expresión gestual y corporal es algo que debemos convertir en un hábito. 

 

Jugar

Los niños descubren el mundo a través del juego, por lo que cualquier actividad lúdica puede ayudarnos a estimular su expresión oral. Vaya por delante que actividades como cantar, leer cuentos, hacer imitaciones o jugar con marionetas, por ejemplo, son especialmente interesantes para el desarrollo de su lenguaje y de una mejor comunicación. 

Jugar con la lengua y los labios: hacer pedorretas, soplar, besar, hacer muecas exageradas, mover la lengua de un lado a otro y de arriba abajo…, son ejercicios divertidos, que el pequeño siempre tomará como una actividad lúdica. 

 

Comer

La alimentación es un tema preocupante para muchos padres y madres, sobre todo en niños en los que comer no es precisamente una de sus actividades favoritas. 

Uno de los grandes errores que se cometen en edades en las que ya toman alimentación sólida, es evitar la masticación y ofrecer papillas, purés, cremas…, con todo tipo de ingredientes para conseguir una nutrición completa. 

Nos parece relevante resaltar que la masticación es un gran arma de estimulación del habla. La masticación estimula y participa de manera muy importante en el desarrollo de las estructuras orofaciales que intervienen en la acción de hablar como pueden ser los labios, la lengua o las mandíbulas. 

Animar a los más pequeños a que mastiquen es una actividad cotidiana más perfecta para estimular el habla y el lenguaje. Y no solo masticar, se pueden hacer diferentes actividades que nos ayuden a estimular estas estructuras tan divertidas para ellos como relamerse o comer alimentos crujientes. 

 

Desde Terapias Adelante esperamos que este nuevo post te haya resultado interesante y que hayas descubierto nuevas, divertidas y cotidianas maneras de estimular el lenguaje y el habla de tus pequeños. 

Pero, si crees que precisas de una atención especializada tanto en cuestiones relacionadas con la logopedia como con la psicología infantil, en Fuenlabrada en nuestro centro de tratamiento terapéutico puedes encontrar la ayuda que necesitas.