Además de psicólogo infantil en Fuenlabrada, nuestro centro especializado ofrece servicios de psicología juvenil. A diferencia de los niños, los adolescentes son más reacios a ponerse en nuestras manos profesionales. En este nuevo post te damos algunos consejos que te ayudarán a que se decida finalmente por acudir al psicólogo:

Enfócalo de forma diferente

Puedes decirle a tu hijo que la terapia es algo así como un entrenador deportivo: «Si jugaras a fútbol, tendrías un entrenador físico. Incluso puedes ponerle como ejemplo a algunos de sus ídolos deportivos; como Ronaldo, Rafa Nadal o Sergio Ramos, para explicarle que ellos también necesitan entrenadores para aprender nuevas técnicas, practicar nuevas estrategias y analizar varias maneras de ganar. Termina diciéndole que él puede ir al psicólogo para aprender nuevas habilidades e interiorizarlas, pero que una vez que las hayas integrado y entrenado, ya no necesitará más entrenamiento.

Pon el foco en las necesidades del adolescente

Cuando los adolescentes piensan que no tienen problemas o tienen grandes dudas sobre lo que la terapia les puede ayudar, podría estar bien hablar con ellos para preguntarles qué quieren conseguir de la terapia. Es decir, es buena idea poner el foco en lo que él quiere sacar del tratamiento, no en lo que tú como padre o madre queréis conseguir. Si te centras en sus necesidades, es más fácil que acepte la ayuda de un profesional. 

Encuentra al psicólogo más acertado

Es importante que des con un profesional que congenie con tu hijo. Si no respeta al psicólogo con el que está trabajando, no va a ser buena alternativa para el adolescente. A veces, es fundamental buscar durante los meses que haga falta hasta dar con especialistas tan volcados en sus pacientes como los que formamos el gabinete de tratamiento terapéutico. Si, por ejemplo, tu hijo ya ha estado en terapia antes y no le gustó, pregúntale por qué piensa o siente que no funcionó. ¡Será una información más que relevante para acertar en la próxima elección!