Si has llegado hasta aquí, puede que te hayas planteado acudir a un psicólogo especializado en el déficit de atención para tratar a tu pequeño. Y es que existen pistas que nos pueden indicar que se padece este trastorno, como es la falta de atención, la impulsividad, la desorganización o la escasa habilidad para administrar el tiempo.
Por otro lado, si tú también has padecido este trastorno, quizá te preguntes si la hiperactividad (TDAH) es hereditaria. Pues bien, en las siguientes líneas detallamos todas las claves.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): ¿por qué se produce?
Dado que el TDAH se clasifica como un trastorno heterogéneo y complejo, no puede explicarse por una única causa. Pero la realidad es que los condicionantes genéticos son los grandes culpables de su aparición y no existen condicionantes externos (si bien pueden agravar los síntomas, como es una mala alimentación, el abuso de videojuegos, etc.). En este caso, los factores de origen hereditario son los más comunes.
De hecho, ya ha quedado demostrado que no existe una transmisión familiar del trastorno a través de modelos educativos, sino hereditarios fundamentalmente. Estos últimos representan el 80% de los casos.
Causas más frecuentes del TDAH
Ya hemos hablado de los factores hereditarios. Pero también existen otros factores biológicos, es decir, aquellos adquiridos durante los períodos prenatal, perinatal y posnatal como consecuencia de la exposición de la madre embarazada a nicotina, determinados fármacos, infecciones, déficit nutricional, etc. ¿Qué otros condicionantes pueden provocar déficit de atención?
Factores neurofisiológicos
La actividad cerebral de los pacientes con TDAH presenta un metabolismo/flujo sanguíneo en el lóbulo frontal reducido. Asimismo, los órganos del cerebro que intervienen en el control de la conducta quedan afectados lo que explica la dificultad para controlar el comportamiento, filtrar los estímulos y mantener la atención atentos.
Otra región dañada en pacientes con déficit de atención es la constituida por los ganglios basales, donde se han detectado alteraciones en la producción de la dopamina y noradrenalina.
Factores neuroquímicos y neuroanatómicos
Diferentes estudios de neuroimagen en niños con déficit de atención han revelado una reducción del cuerpo calloso, núcleo caudado y cerebelo, pero también pérdida de alrededor de 5 % de su volumen cerebral. Las diferencias respecto a individuos “sanos” suelen mantenerse hasta una década, pero en muchos casos desaparecen aproximadamente a los 18 años de edad.
¿Necesitas acudir a un psicólogo especializado en déficit de atención ? Si bien este trastorno no tiene cura, desde nuestro centro proporcionamos a cada paciente todas las herramientas necesarias para mantener a raya los síntomas. ¡Confía en Terapias Adelante!
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