Para tratar un ataque de ansiedad es clave crear una atmósfera de aceptación y seguridad y fomentar el desarrollo personal. El terapeuta de Adelante escuchará y responderá a las preocupaciones del paciente. Porque se trata de una relación de intercambio, la base de la psicoterapia. 

A veces, los problemas no emergen en la esfera personal, sino de la de la pareja y la familia. Ahí habrá que abordar las eventuales fisuras en esas relaciones. Por eso, a veces hay que conjugar la terapia individual con la de pareja y la familiar. En Adelante te ayudaremos, por ejemplo, a afrontar conflictos de pareja, entre padres e hijos, trastornos alimentarios o problemas de comportamiento en niños y adolescentes.

Tratar un ataque de ansiedad

Se puede hablar de ataque de ansiedad, de crisis de pánico o de crisis de angustia. Es una avalancha súbita de miedo o malestar intensos que, en tan solo unos minutos, llega a una intensidad máxima. Hay una serie de síntomas físicos que pueden llegarse a confundir con un ataque al corazón. Después de la crisis, se puede volver al estado previo de calma o persistir un nivel moderado de ansiedad. Todo esto deberá ser evaluado por un profesional. 

Los ataques de ansiedad se pueden manifestar de forma muy variable. Eso sí, aparecen de forma súbita y con distintos síntomas como aceleración del pulso o sensación de palpitaciones, de ahogo o dificultad para respirar, temblores o dolor de cabeza. Para que esto no se repita, hay que tratarlo. Es importante contar cuanto antes con ayuda profesional. Hay que analizar los problemas actuales ahondando en experiencias pasadas. Para lidiar con los traumas, grandes y pequeños, del pasado.

La ansiedad puede estar relacionada con un trastorno de estrés postraumático o con el consumo de alcohol o drogas. Cuando los síntomas son recurrentes e inesperados puede hablarse incluso de un trastorno de pánico. Para tratar este y otros problemas, es esencial establecer un vínculo de colaboración profesional-paciente. Hay que observar la eficacia de la terapia para comprobar si es necesario retomar alguna etapa del protocolo o si se puede dar por concluida.